¿Alguna vez te has preguntado por qué celebramos el Día de la Bandera cada 24 de febrero? Ese tricolor que nos hace vibrar en los partidos de fútbol y nos pone la piel chinita en los desfiles tiene una historia fascinante que vale la pena conocer. Acompáñame en este recorrido por uno de los símbolos más queridos de nuestra identidad mexicana.
Imagínate esto: corría el año 1937, y el entonces presidente Lázaro Cárdenas estaba preocupado por fortalecer el sentimiento nacionalista en México. ¿La solución? Dedicar un día especial a honrar nuestra bandera. Y así, el 24 de febrero fue elegido como fecha oficial para esta celebración.
Pero, ¿por qué ese día específicamente? No fue al azar. El 24 de febrero de 1821, en el pueblo de Iguala, Guerrero, ocurrió algo que cambiaría la historia de México: Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero firmaron el famoso “Plan de Iguala” (también conocido como “Plan de las Tres Garantías”), que no solo estableció las bases para la independencia definitiva de México, sino que también dio origen a la primera bandera oficial del México independiente.
Si crees que nuestra bandera siempre ha sido igual, ¡prepárate para sorprenderte! A lo largo de la historia, el lábaro patrio ha experimentado una verdadera metamorfosis:
El 24 de febrero no pasa desapercibido en el país. Las escuelas organizan ceremonias especiales donde los estudiantes rinden honores a la bandera. En las plazas principales de muchas ciudades y pueblos, se realizan desfiles cívico-militares impresionantes.
Una de las tradiciones más emotivas es el “Abanderamiento” de las escuelas, donde los alumnos más destacados reciben el honor de formar parte de la escolta que cuidará y portará la bandera durante el año escolar.
Nuestra bandera no solo es querida dentro del país. A nivel internacional, el tricolor mexicano es uno de los más reconocibles del mundo. ¿Sabías que es fácil confundirla con la bandera italiana? La diferencia está en el escudo nacional en el centro y en los tonos exactos de los colores.
Cuando los deportistas mexicanos ganan competencias internacionales y se iza la bandera mientras suena el Himno Nacional, no hay mexicano que no sienta ese nudo en la garganta. Es el poder de los símbolos patrios.
En tiempos donde la identidad nacional parece diluirse en un mundo globalizado, celebraciones como el Día de la Bandera nos recuerdan de dónde venimos y qué nos une como nación. Más allá de diferencias políticas, sociales o económicas, los mexicanos compartimos una historia, simbolizada perfectamente en esos tres colores que nos representan.
La próxima vez que veas ondear la bandera mexicana, tómate un momento para apreciarla. No es solo un pedazo de tela con colores; es la historia de un pueblo que ha luchado por su libertad y su identidad, es el símbolo de millones de personas que, a pesar de las dificultades, siguen adelante con esperanza.
Y tú, ¿cómo celebras el Día de la Bandera? ¡Comparte tus tradiciones en los comentarios!